Pues mira, la respuesta es curiosa… De muy pequeña me dice mi madre que me encantaban. De adolescente me daban pánico. De más adulta me vuelven a encantar. ¿Porqué esa repudia a vuestra edad? Estoy segura que por la presión social impuesta de que los «bichos» son malvados y asquerosos… Tanto me lo decían que me lo creí. Hasta que por mi misma, volví a descubrir que eso es una gran mentira.
Si te apetece, cuento un poco esa relación de amor/odio, en esta entrada de blog: ¡¡¡Cuidado, un bicho!!!
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